Desde tierra firme se alcanza a verle, viene como estrella consolidada, pero en los medios sin reconocerle hablan de que está más que retirada. El rastro que deja en la temporada; para elogiar, aplaudir y escuchar la autocrítica poco acostumbrada, pero en los medios hablan de “luchar” que es un lucero que viene y alborota, mientras en su haber otra cifra anota; una más, el plumero se les nota. Por algún motivo, estrella fugaz, de donde saliste es a donde vas, en aquel boca a boca ¿Qué dirás?

No encontré su mirada. Sí su risa nerviosa y amable; y el rápido paso, que, dejé de ver sin ninguna prisa. Sin reconocerme el dolor atraso. Hablé a su interés romántico escaso, que, su aliento sopló a mi como brisa. Tardé en atisbar el ingrato ocaso, que oscuridad trajo y mi ilusión pisa. Yo sé, linda es, e hizo antes la elección ¿Cómo quito el inevitable apego? El tiempo pasa dice la canción. Chequeo al descubierto y fragmentado ego, y comienzo con la reconstrucción; y una a una de aquellas piezas hoy pego.

Y ahora que vuelvo a verte, aprovecho el momento; poeta en otro universo, no creas que tus anhelos tienen techo, inspiración de estos nocturnos versos, xantina que causa efecto en mi pecho, ¿acaso ríes fotógrafa al acecho?